jueves, 7 de marzo de 2013

El maestro del Prado

“Al más puro estilo de los relatos de enigmas de Javier Sierra. El maestro del Prado presenta un apasionante recorrido por las historias más desconocidas y secretas de una de las pinacotecas más importantes del mundo, el Museo del Prado.

Una historia fascinante de cómo un aprendiz de escritor aprendió a mirar cuadros y a entender unos mensajes ocultos que difieren de la ortodoxia de la Iglesia católica, una institución que en el Renacimiento era visto más como opresores que como espiritual.”

Bueno, pues, independientemente de secretos, conjuras, aparecidos y desaparecidos, leyendas y mitos, El maestro del Prado es un libro para los que les gusta el arte y para los que no, es una nueva forma de mirar y de entender los cuadros, es una vuelta a saber mirar y una invitación a conocer las obras desde otro punto de vista. A mi me ha gustado. Soy una apasionada del arte, (que no una entendida), y aunque no comparto algunas explicaciones de algunos de los cuadros, si que comparto la idea de ver más allá de un mero objeto decorativo.

martes, 5 de marzo de 2013

El curioso incidente del perro a medianoche

Christopher es un chico con síndrome de Asperger que vive con su padre en Swindon. Una noche descubre el cadáver de Wellington, el caniche de su vecina, atravesado por dos horquillas de jardín. La señora Shears, dueña del perro, llama a la policía, que comienza a interrogar al chico. Christopher empieza a sentirse agitado por tantas preguntas, y uno de los oficiales intenta agarrarle de un brazo, lo que provoca que el chico le golpee y se lo llevan a comisaria hasta que su padre lo recoge.

Christopher decide entonces investigar el caso para limpiar su nombre. Sin embargo, su investigación se ve gravemente limitada por sus temores y dificultades a la hora de interpretar el mundo que le rodea. Durante su investigación, Christopher se verá forzado a entrar en contacto con gente con quien nunca se ha relacionado, a pesar de que viven en su misma calle.

El por qué recomiendo este libro, voy a dejar que lo explique su protagonista cuando hace referencia a que su colegio es un Colegio de Educación Especial. No entiende el por qué de esa denominación: «(…), porque todo el mundo tiene dificultades de aprendizaje, porque aprender a hablar francés o entender la relatividad es difícil. Y todo el mundo tiene necesidades especiales, como Padre, que tiene que llevar siempre encima una cajita de pastillas de edulcorante artificial que echa al café para no engordar, o la Señora Peters que lleva en el oído un aparato de color beige para oír mejor, o Siobhan, que lleva unas gafas tan gruesas que si te las pones te dan dolor de cabeza (…)».